El pasado viernes 5 de mayo, se desarrolló
el taller de igualdad, a cargo del Centro de la
Mujer de Alovera, en colaboración con el Centro Joven, el cual dio pie a un espacio de
reflexión sobre relaciones igualitarias y saludables en la adolescencia y
juventud a partir de proyecciones de escenas
audiovisuales.
Pudimos identificar cómo
funcionan los conocidos como “mitos del amor romántico”, aquellas creencias en
base a las cuales se determina cómo debe ser el “amor verdadero” y qué
actitudes y comportamientos implican querer realmente a una persona. Sin
embargo, y a pesar que esos mitos están presentes en nuestro día a día mediante
cuentos, películas, canciones… poco tienen que ver con un tipo de relación
basado en la libertad, el respeto y el fomento del desarrollo personal.
Así, fuimos desmontando algunos
de estos mitos, entre los cuales recuperamos:
“El amor todo lo puede”. La
idea que defiende que el amor, por sí solo es capaz de superar todo tipo de
obstáculo y provocar el cambio. Por ello, se justifica el aguante ante la
creencia del cambio por amor, sin cuestionar quién cambia y el qué, y en qué
medida ese cambio es una imposición y limita y reduce la libertad de la otra
persona.
“El amor verdadero
predestinado”. La importancia que se le otorga al amor, de tal manera que
individualmente no somos más que “medias naranjas” incompletas que necesitan la
complementariedad para alcanzar la plenitud en sus vidas.
“La posesión y exclusividad”.
La relación del amor con la posesión y la exclusividad, que legitima el uso de
los celos incluso como demostración de la calidad de una relación. El control,
que condiciona de manera directa nuestras vidas y que incluso puede suponer el
aislamiento social, por evitar contactos que no son de agrado para la otra
persona. Los celos, y la mala gestión de los mismos no son más que el reflejo
de inseguridades y de falta de comunicación con nuestra pareja.
Los diferentes estereotipos
sobre la mujer, siempre acusada por no atender a las expectativas sociales
contradictorias. Es así como, si una chica se comporta libremente, sea en el
sentido que sea, es acusada y la sombra del estigma siempre está presente.
Las y los participantes
reconocieron las diferentes dinámicas que perpetúan este tipo de amor romántico
que genera relaciones tóxicas y no saludables basadas en la violencia,
incidiendo especialmente en la capacidad de control de las redes sociales y en
la dependencia que genera respecto al conocimiento de lo que hace nuestra
pareja en todo momento.
Seguiremos educando en igualdad con chicos y chicas adolescentes a través de los programas de participación del Centro Joven y con la colaboración de nuestras compañeras del Centro de la Mujer del municipio. Os esperamos otro día!!! Mil gracias.
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